El cadáver de Michael Jackson es entregado a su familia que empieza a buscar responsables entre el séquito del artista y la empresa promotora de su vuelta a los escenarios tras doce años sin conciertos
Aunque a simple vista parece cada vez más claro que murió de «showbusiness», las pesquisas sobre el repentino fallecimiento de Michael Jackson avanzan centradas en las sospechas de un tóxico abuso de fármacos para facilitar su vuelta a los escenarios tras doce años sin conciertos.
A la espera de los resultados completos de la autopsia, que se harán esperar varias semanas, los forenses han avanzado que el artista en el momento de su fulminante parada cardio-respiratoria estaba consumiendo varios medicamentos de receta.
El cadáver del artista, de acuerdo a filtraciones citadas por la cadena Fox, presentaba marcas en el pecho consistentes con los múltiples pero fallidos esfuerzos realizados para resucitarle.
Al ser examinado sin su habitual maquillaje, los forenses se habrían sorprendido de las extensas cicatrices en el rostro del icono musical. También habría llamado la atención su relativo buen estado de salud y fortaleza a los cincuenta años. Al no detectarse evidencias claras de un infarto durante la autopsia oficial de más de tres horas, realizada en presencia de un representante policial, la investigación se centra fundamentalmente en la posibilidad de que una sobredosis de un fármaco -o una combinación- haya causado la muerte de Michael Jackson.
Por eso se han solicitado una serie de pruebas adicionales de laboratorio. Según las especulaciones que circulan por Los Ángeles, el cantante estaba utilizando al menos tres calmantes diferentes, además de otras medicinas. Ante el aluvión de preguntas y consultas inspiradas por este notorio caso, la DEA (Drug Enforcement Administration) ha recordado que cada año Estados Unidos acumula más de 8.500 muertes directamente relacionadas con el abuso de calmantes.
Con un incremento del 114 % registrado entre el 2001 y el 2005 ya que estos productos farmacéuticos resultan mucho más accesibles que otras drogas ilegales a través de recetas obtenidas por terceras personas, robos, engaños a médicos y farmacias que operan sin los debidos controles a través de Internet.
Sin que se haya descartado todavía la realización de una adicional autopsia privada, los familiares de Michael Jackson ya han obtenido la custodia del cadáver, trasladado desde la morgue del Condado de Los Ángeles hasta una funeraria privada. Por el momento no se han ofrecido detalles sobre qué tipo de despedida se quiere organizar para el rey del pop, cuya muerte ha generado una enorme respuesta entre sus admiradores pero también una medida distancia entre el liderazgo político de Estados Unidos, empezando por la Casa Blanca. La mayoría de la extensa y musical familia de Michael Jackson se ha congregado en su enclave californiano de Encino, donde también se encontrarían los tres hijos del fallecido. Según fuentes citadas por la agencia Associated Press, la familia se encuentra confundida y sospechosa del "entourage" que rodeaba al legendario músico.
Con un especial interés por saber más detalles sobre el control que la empresa AEG Live -promotora de los conciertos previstos para el mes que viene en Londres- había adquirido en la vida del artista, incluida la asistencia médica facilitada por el doctor Conrad Murray.
Reclamado por JacksonRandy Phillips, presidente de la compañía promotora, ha insistido en que fue el propio Jackson quien reclamó como parte de su lucrativo compromiso para realizar cincuenta conciertos la contratación del cardiólogo Conrad Murray. Según Phillips, "como empresa hubiéramos preferido no tener que contar con los servicios exclusivos de un doctor de Estados Unidos porque hubiera sido más barato contar con uno británico pero Michael insistió en que fuese contratado".
En la grabada llamada de auxilio realizada el jueves desde la residencia del cantante en la exclusiva zona de Holmby Hills, la persona que solicita la asistencia de los servicios de emergencia indica claramente que el doctor Murray estaba intentando reanimar a Michael Jackson, tenido en una cama.
Preguntado por el operador del servicio 911 si alguien ha visto lo que ha ocurrido al paciente, el individuo responde: "No, sólo el doctor, señor. El doctor ha sido el único que estaba allí". Como parte de esa llamada publicada, el operador de los servicios de emergencia de Los Ángeles también informa que el protocolo para un resucitación de emergencia -con respiración boca a boca y masaje cardiaco- debe realizarse en el suelo y no sobre la cama. Precaución que según diversos socorristas experimentados debería conocer de sobra un cardiólogo como el doctor Murray.
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